PSICOCORPORALIDAD EN LA FERTILIDAD







Hoy en día prevalecen los esquemas divisorios que separan a  la mente del cuerpo. Debido a que es común utilizar estos dos términos, muchas personas suponen que están compuestas por dos partes distintas que viven en perpetua lucha entre sí.

En el fondo, lo mental es corporal y viceversa. 

Nuestro organismo se altera tanto en sus aspectos estructurales como energéticos cuando estamos deprimidos, resentidos o angustiados durante un periodo,  como es el caso de la infertilidad, que afecta a la mujer y a su pareja.  Así, los pensamientos y emociones agresivas que alguien vuelca contra sí misma, le producen por  ejemplo, úlceras gástricas u otros padecimientos.

Las psicoterapias tradicionales intentan aliviar los conflictos de la mente y dejan a la medicina el alivio de las enfermedades que al parecer sólo pertenecen al cuerpo. Las nuevas psicoterapias desarrollan modelos y técnicas psicológicas para eliminar los síntomas y malestares del organismo humano en su conjunto, entre ellas se encuentra la terapia psicocorporal, la cual se basa en la atención integral de la mente con el  cuerpo, esto es;  atender  las emociones que inciden en los padecimientos del organismo y viceversa:  analizar cómo las enfermedades marcan el  desempeño psicológico.

El precursor de esta terapia fue el psicoanalista Wilhelm Reich; para él la palabra y el cuerpo  jamás estuvieron divididos, además de que existe un importante factor clínico: la expresión de las emociones como medio de comunicación de los sentimientos y contenidos más profundos de las personas.

El objetivo de Reich se sustenta en las ideas de ser y pensar diferente, luchar y vivir por una vida saludable e intensa y fomentar el compromiso con la transformación humana y social, fortaleciendo así su salud y el ambiente en el cual vive.

La revolución del  enfoque psicocorporal prefiere el silencio a las palabras inútiles, los sentimientos y sensaciones al análisis de la lógica, y elige la observación de los fenómenos en lugar de ciertas explicaciones teóricas más o menos alejadas de la realidad. Elige tocar, utiliza el masaje y el contacto cercano.

Además, ubica el centro de la atención consciente en el presente sin forzar el recuerdo de sucesos pasados. Se trabaja en concentrar su atención,  ampliar el campo de la percepción y alcanzar los niveles superiores de conciencia. Para liberar las emociones, uno de los caminos preferidos es poner el cuerpo en movimiento.


¿Cómo funciona? 

Durante una terapia psicocorporal se trabaja con movimientos del cuerpo para incidir en emociones específicas.  Para Reich, las emociones en el cuerpo están basadas en segmentos:


Ocular: que incluye las expresiones congeladas de terror, ira y llanto. Comprende tensiones musculares en las áreas cercanas a los ojos,  como la frente que puede estar arrugada por las preocupaciones.

Oral: que incluye tensiones en la mandíbula y contiene los impulsos frenados de morder o chupar algo.

Cuello: comprende también a los hombros. Mediante sus tensiones oprime la tráquea, lo cual ahoga la voz y dificulta las funciones de tragar, vomitar y respirar.  Frena algunas manifestaciones emocionales como sollozar o gritar.

Tórax: incluye los músculos intercostales y la función respiratoria.  En muchos tipos de neurosis, la capacidad respiratoria está disminuida, lo cual provoca una disminución general de la vitalidad.

Diafragma: Cuando el músculo del diafragma está habitualmente contraído, interrumpe el componente abdominal de los movimientos  respiratorios. El individuo mantiene una conciencia disminuida de los impulsos que se originan debajo de su cintura.

Abdomen: incluye funciones de asimilación que son el origen de la energía bioeléctrica. Puede haber contracción crónica de los músculos del abdomen.

Pelvis: incluye tensiones del área genital,  esfínter urinario y región anal, relacionadas con diferentes trastornos en las funciones reproductivas y problemas de impotencia o rigidez.

Siguiendo esta mecánica, se trabaja con todo el cuerpo desde la cabeza hasta los pies haciendo una analogía con el desarrollo embriológico. También existen otras corrientes en donde se privilegia el trabajo con las piernas y los pies, además de las distintas combinaciones terapéuticas que hoy en día existen.

El terapeuta favorece la transformación de las emociones y los impulsos que ocurre a través de vibraciones, pulsaciones y  movimientos expresivos. Además ayuda a las personas para que interpreten mediante nuevas imágenes y frases muy  personales, las vivencias que van experimentando, con el propósito de que los cambios emocionales  sean duraderos. También las apoya para que se adapten, sin sentir demasiada ansiedad, a los cambios en la estructura de su personalidad. En general se van a sentir más impulsivas e instintivas, con mayor capacidad para el placer o más sentimentales, pero todo esto es necesario para llegar a un equilibrio menos rígido.

De esta manera, es posible transformar diversas  emociones que muchas veces se encuentran internalizadas como vergüenza, ira, frustración, etc. Al utilizar la técnica de la psicocorporalidad en la infertilidad y durante el proceso de las técnicas de reproducción asistida, se está ayudando de manera significativa en el  reencuentro de la mujer consigo misma y con su pareja, así como coadyuvando en el éxito del procedimiento clínico que se esté realizando o se vaya a realizar en el futuro. 


Referencias:
1. Guías de evaluación, consejo, apoyo e intervención psicológica en Reproducción asistida. Revista Iberoamericana de Fertilidad y Reproducción. Mayo  2007. 2. Cecotti M. Aspectos psicológicos de la esterilidad, la parentalidad y la filiación. LDM Ediciones, España 2004. 3. Navarro Arias R. Las emociones en el cuerpo. Editorial Pax México, 1999. 249 pp. 4. Kaulino A, Stecher A. Cartografía de la psicología contemporánea: pluralismo y modernidad. LOM  Ediciones, Chile 2008.