viernes, 25 de marzo de 2016

TRASCENDENCIA



El ser humano se desarrolla diariamente en una diversidad de colores emocionales y pensamientos, cada día da su mejor esfuerzo por encontrar mejores posibilidades de crecimiento, en esa búsqueda de sí mismo se adentra en una travesía para ir haciendo consciente lo inconsciente, más allá de sus propias necesidades básicas de subsistencia, va aprendiendo que es algo más de lo que aparentemente es; una fusión intercomunicada de un cuerpo físico, un cuerpo mental, un cuerpo emocional y un cuerpo energético dónde complementándose uno del otro forman una bella y maravillosa composición llamada: Ser Humano Holístico.



El cuerpo físico es el instrumento necesario para la participación del ser humano en su hacer en la búsqueda de su propia autorrealización.


A través de nuestra realización podemos llegar a un estado de plenitud y de la plenitud a la trascendencia, nuestra estancia en la vida física es temporal y el cuerpo físico y todo lo que vemos en un momento dado está sujeto al tiempo y al espacio, todo ello son accesorios o herramientas de apoyo para nuestras tareas de significado trascendental, lo que prevalece y se hace visible a los demás es la trayectoria del rastro que dejamos, es por ello que necesitamos aportar elementos de tránsito existencial en las formas de convivencia intrapersonal, interpersonal y transpersonal, las formas y las palabras que utilizamos para comunicarnos con los demás representan estructuras geometrizadas y armonizadas en la expresión de nuestra intensionalidad hacia los otros.


Las obras que vamos realizando al paso del tiempo es una bella construcción en el exterior para ver con claridad lo que se está renovando en el interior de nuestros pensamientos.


Pueden ser diversas las tareas hacia el cumplimiento de nuestro hacer como seres individualizados en la colectividad humana trascendental y todo es de gran valor y  jerarquía porque cada día estamos explorándonos para el encuentro con todo lo existente.


La propuesta como punto de referencia hacia el conocimiento de nuestras propias tareas de autorrealización se pueden iniciar con: disciplina, trabajo y constancia. Estas tres puertas iniciales probablemente nos conducirán a otras puertas, caminos, senderos y veredas para nuestro aprendizaje en el cúmulo de experiencia de vida.


Realizar el trabajo que nos corresponde hacer requiere disposición de equilibrio y armonía en beneficio con nuestro cuerpo a través de la vigilancia y supervisión de la alimentación, ejercicio físico, higiene y estética, complementandonos  desde los distintos aspectos donde lo necesitemos focalizar.


La siguiente propuesta refiriéndonos al aspecto mental, es hacer una selección adecuada de las lecturas, buscando su aportación hacia el alimento del intelecto para alcanzar una visión más reflexiva de lo que deseamos lograr en la vida en ciertos momentos y acontecimientos.


Así nuestro deber humano va adquiriendo sentido cada día al ir acercándonos a la cúspide de la montaña con mayor firmeza, construyendo sobre bases significativas para continuar en ésta trayectoria de vida con entusiasmo y alegría.




Andrés Soot Márquez


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